De nuevo, y ya no es sorprendente, el Partido Socialista se ve envuelto en corruptelas, contratos a dedo, dinero que se esfuma, ventas a precios inferiores, obras publicas que cuestan más de lo presupuestado, silencios, prepotencia y manipulación.
¿Sorprendente?, ya no. ¿Indignante?, sigue siéndolo por mucho que pasen los años y por acostumbrados que estemos a que los miembros del Partido Socialista metan la mano en la caja de todos los españoles.
Y no es el concejal de un pueblo mediterráneo, o el consejero de alguna comunidad autónoma. En esta ocasión, como ya en otras, todo un ex-ministro se ha ocupado de “trampear” las cuentas del organismo público que dirigía. El ex-ministro Caldera, a su llegada al Ministerio de trabajo, comenzó una serie de irregularidades que ahora el Tribunal de Cuentas a denunciado y que por una extraña razón, muy pocos medios se han hecho eco de la noticia.
Desde que llegara en 2005 a la cartera ministerial, han sido varios y flagrantes los despropósitos y chulerías de este, que fue mano derecha de Rodríguez Zapatero. Entre las más claras corruptelas habidas se destacan las siguientes:
- El ministerio, sin explicación alguna, vendió varios inmuebles de su propiedad a un precio muy inferior al de mercado, todo ello en pleno “boom” inmobiliario. Se destaca, que alguno de ellos no llegaron ni al 29% de su valor, sin que los informes de tasación aportados en el expediente expliciten las circunstancias personales aplicables a cada vendedor. Este caso se refiere a la venta del edificio situado en la madrileña calle de Valenzuela, situado en pleno barrio de Salamanca, el más caro de todo Madrid.
- El tribunal destaca que nueve contratos analizados, por un total de 9,7 millones de euros por ventas en Madrid, Barcelona y Zaragoza, no se razona el bajo precio aplicado ya que la tesorería de la seguridad social, que era su propietaria, no quiere dar explicaciones. Se destaca en este punto, que los precios de venta de las viviendas y locales de la calla Ayala de Madrid, no alcanzaron el 40% de su precio de mercado.
- Igualmente, se ha detectado la falta de criterio objetivo en la adjudicación de contratos y prácticas contrarias “al principio de transparencia”. Se refiere en este caso a los 7,4 millones de euros que, sin concurso alguno, se adjudicaron para el centro de procesos de Orcasitas (Madrid).
- En relación a las obras adjudicadas, el informe del Tribunal de Cuentas incide en que la mayor parte de ellas fueron adjudicadas a “ofertas incursas en presunción de ser desproporcionadas o temerarias”. Igualmente las ampliación de plazo, obras complementarias se convirtieron en regla general.
Un sin fin de datos que solo lleva a la conclusión que el PSOE, nuevamente, utiliza los organismos públicos de manera corrupta.¿Sorprendente?, ya no. ¿Indignante?, sigue siéndolo por mucho que pasen los años y por acostumbrados que estemos a que los miembros del Partido Socialista metan la mano en la caja de todos los españoles.
Y no es el concejal de un pueblo mediterráneo, o el consejero de alguna comunidad autónoma. En esta ocasión, como ya en otras, todo un ex-ministro se ha ocupado de “trampear” las cuentas del organismo público que dirigía. El ex-ministro Caldera, a su llegada al Ministerio de trabajo, comenzó una serie de irregularidades que ahora el Tribunal de Cuentas a denunciado y que por una extraña razón, muy pocos medios se han hecho eco de la noticia.
Desde que llegara en 2005 a la cartera ministerial, han sido varios y flagrantes los despropósitos y chulerías de este, que fue mano derecha de Rodríguez Zapatero. Entre las más claras corruptelas habidas se destacan las siguientes:
- El ministerio, sin explicación alguna, vendió varios inmuebles de su propiedad a un precio muy inferior al de mercado, todo ello en pleno “boom” inmobiliario. Se destaca, que alguno de ellos no llegaron ni al 29% de su valor, sin que los informes de tasación aportados en el expediente expliciten las circunstancias personales aplicables a cada vendedor. Este caso se refiere a la venta del edificio situado en la madrileña calle de Valenzuela, situado en pleno barrio de Salamanca, el más caro de todo Madrid.
- El tribunal destaca que nueve contratos analizados, por un total de 9,7 millones de euros por ventas en Madrid, Barcelona y Zaragoza, no se razona el bajo precio aplicado ya que la tesorería de la seguridad social, que era su propietaria, no quiere dar explicaciones. Se destaca en este punto, que los precios de venta de las viviendas y locales de la calla Ayala de Madrid, no alcanzaron el 40% de su precio de mercado.
- Igualmente, se ha detectado la falta de criterio objetivo en la adjudicación de contratos y prácticas contrarias “al principio de transparencia”. Se refiere en este caso a los 7,4 millones de euros que, sin concurso alguno, se adjudicaron para el centro de procesos de Orcasitas (Madrid).
- En relación a las obras adjudicadas, el informe del Tribunal de Cuentas incide en que la mayor parte de ellas fueron adjudicadas a “ofertas incursas en presunción de ser desproporcionadas o temerarias”. Igualmente las ampliación de plazo, obras complementarias se convirtieron en regla general.
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